La historia de Marina
Hoy me gustaría compartir con ustedes la historia de una persona por quien siento una gran admiración. Su nombre es Marina, y la conocí en el primer retiro de este año de Zhineng Qigong. A los 72 años, estaba la mayoría del tiempo tirada en una cama debido a que tenía 2 hernias de disco (en la 4 y 5 lumbar), vértebras cervicales colapsadas y dorsales desviadas, desgaste en los tendones del hombro, 3 contracturas musculares e inflamación del nervio ciático. Por supuesto no había posibilidad de mejorar y en su caso habían descartado incluso la cirugía.
Un día escuchó una entrevista que le hicieron al profesor Eduardo con Alazraki y le molestó porque parecía demasiado bueno para ser cierto, pero como llamó Fernanda Tapia para dar su testimonio y en ella si confiaba, pues decidió inscribirse al curso. Por cierto que justo antes le dió una crisis muy fuerte y así fue a la instrucción, prácticamente inmóvil.
Comenzó a practicar hasta 5 horas al día, por supuesto con la mente, hasta que poco a poco fue recuperando el movimiento.
Cuando yo la conocí, hicimos juntas sentadillas hasta el piso, jamás me hubiera imaginado en las condiciones que se encontraba 2 años antes. Incluso ella se ofrecía a ser el apoyo de alguna persona que lo necesitara….ya se imaginan el nivel de generosidad de la hermosa Marina.
Su recuperación no solo se dio a nivel físico. Parece que ella tenía todavía problemas familiares que resolver que la hacían guardar un fuerte resentimiento. Un buen día realizó que había logrado perdonar a esa persona que la lastimó tanto….ya se imaginarán el peso tan grande del que se liberó después de tantos años.
Para Marina habría sido mucho más fácil no hacer nada, a los 72 años se pudo haber resignado y esperar a que se acabara su vida en esas condiciones. Sin embargo hizo una buena elección, se comprometió y la llevó hasta el final, no se imaginan todo lo que la increíble Marina te transmite…alegría, paz, compasión, fortaleza y sobre todo pasión por vivir!